La invasión de los residuos plásticos en México
agosto 1, 2023
Panorama de los impuestos ambientales en México
agosto 1, 2023
Desde hace algunos años, científicos y gobiernos han iniciado un arduo debate sobre diversos métodos y tecnologías, con el fin de disminuir la concentración en la atmósfera de los gases de efecto invernadero.
En este contexto, la geoingeniería solar se ha presentado como una posible respuesta para mitigar los efectos del cambio climático, al implementar un conjunto de técnicas y tecnologías que buscan reducir la cantidad de radiación solar que llega a la Tierra, reduciendo con ello el calor que se acumula en la atmósfera.
Una de las técnicas más estudiadas en la geoingeniería es la “difusión de partículas”, que consiste en lanzar millones de toneladas de partículas finas en la estratosfera a través de la emisión de gases como dióxido de azufre, sulfato de aluminio, entre otros, para reflejar los rayos solares de vuelta al espacio, evitando así el aumento de la temperatura en una zona geográfica específica.
Sin embargo, diversos estudios aseguran que esta práctica generaría consecuencias negativas y desiguales, ocasionando desequilibrios meteorológicos como vientos y lluvias torrenciales, sequías tropicales y adelgazamiento de la capa de ozono.
Razón por la cual, el pasado mes de enero, el Gobierno de México a través de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) emitió un comunicado en donde sostuvo que prohibirá la experimentación con geoingeniería solar en el territorio nacional, ya que afirman que en la actualidad no existen acuerdos internacionales o tratados que supervisen de forma eficiente dicha actividad.
Además, se anunció que el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) coordinará una investigación científica a cargo de expertos con la finalidad de exponer los graves riesgos que genera la práctica de geoingeniería solar para el ambiente, personas y sus entornos comunitarios.
De esta manera, el poder público mexicano a través de la coordinación interinstitucional entre la SEMARNAT) y CONACYT, llevarán a cabo acciones apegadas al principio precautorio para proteger a las comunidades y a los entornos ambientales.
Fuente:
